Ha pasado un año y medio desde su lanzamiento. Han sacado otro disco posterior en junio. Y sin embargo me costaba empezar a hablar de este disco bajo mi punto de vista en el blog. Es absurdo pero lógico a la vez. Los demás discos les dediqué igual o más tiempo hasta que empecé a ponerme delante de un teclado y con auriculares en los oídos para repasar los últimos detalles que podían surgirme y anotarlos. Además de que el primer disco de Sigur Rós que adquirí el día o mes de su lanzamiento, empezó con Með suð í eyrum við spilum endalaust. Los anteriores algunas que otras canciones ya habían sido escuchadas. Y del disco «veraniego» en el 2008 que he mencionado una frase más atrás había cosas que me encantaban y otras que, no iban a superar las que sentí por primera vez con «Takk… » de diciembre de 2007. En menos de un año.
Ahora 18 meses después, creo, siento, que puedo hablar de Valtari. Por el 2010 disfruté del trabajo en solitario de Jónsi, del 2011 me encantó conseguir INNI. El 2012 prometía no otros trabajos relacionados, sino un sexto disco. Empezaron las giras y Kjartan Sveinsson cada vez más ausente, declaraba que le cansaba tanto tiempo fuera, y no se acostumbraba nunca a la aglomeración, y como no, que había permanecido media vida con el grupo y siendo el músico con estudios de la banda, con más interés de componer sus obras personales algún día. Parece que estaba cómodo en un ambiente a lo eclesiástico, con sus composiciones más clásicas y propicias para ser escuchadas en un templo y sus grandes arcos con aquella acústica especial. Quizás, no, fue que no entendí en su momento lo que significa este disco.
Valtari es la despedida de Kjartan Sveinsson en la trayectoría del grupo. Los cuatro se reunieron como siempre en su estudio y empezaron a tocar, para la creación de un nuevo trabajo. Amiina (desde 2010 un sexteto) colaboró de nuevo con sus acompañamientos de cuerda en la mayoría de canciones. Predomina los violines, el piano, retoques electrónicos, y textura de viejo tocadiscos que recuerdan a la remezclas de Alex Somers con su pareja. Aumentan los acompañamientos a coro, escuchamos algunas ondas del sonido especial de la guitarra siendo rasgada con el arco del chelo. La batería es apenas perceptible y Orri seguramente acompañó como en casos de excepción con el piano.
El sonido «de iglesia» está presente en la grabación de la mayoría de los temas del CD. Estaba decepcionándome ¿donde está la batería, salvo en Varúð? ¿dónde está el acompañamiento de gran júbilo? ¿dónde está el consabido climax en ciertas composiciones, a veces algo abruptas? Y al final lo que importaba no es dónde, sino lo que no percibía, con ciertos silencios, ausencias y ciertos temas que parecen destinadas a ser escuchadas para estados de meditación, relajantes y un sonido que podía imperar en el templo más importante: en casa, con altavoces, o cualquier lugar con unos auriculares y cerrar los ojos a la elección de a la par admirar el paisaje, el transcurrir de la vida.
Rara vez aumenta el ritmo, como si de un barco (Ekki Múkk) o una apisonadora (Valtari) pasara a su ritmo levitando o aplanando a su paso con unos pocos sonidos de xilofono al oído de cierto nivel estridente aunque no sin antes el chirriar de cuerdas. O el cantar de Jónsi que no desentornaría en una catedral ante una elegía al vacío fúnebre como es Dauðalogn con un final que pone pelos de punta quien le guste regodearse de coros. O el baile nada apresurado entre tareas como es Varðeldur.
Llenarse de aire y comenzar la escucha del álbum con Ég anda y exclamar a viva voz y campanas de no alentarse ante una ventisca (con coro, violines, ahora sí más que sonora, importante aparición de la batería e instrumentos de viento), física y mental, Varúð, pararse y reflexionar sonando Rembihnútur en un track que no bien comenzada la segunda mitad no es acompañada por Jónsi.
Y empieza el cierre del disco, con la fabulosa pieza Fjögur píanó que como su nombre indica, parece que poco a poco de un piano, empieza a sonar de otros y sin aparentemente orden, un caos controlado y tímidamente un violín resquebrajando el aire y ahora siendo estos instrumento los protagonistas con chirriantes sonidos. Como si de los instrumentos del comienzo fueran transmutándose en cuerdas cada vez con menos presencia.
¿Como es que me maravilló (y me sigue maravillando) con la canción Ekki múkk el anuncio oficial del lanzamiento del disco? Ese barco levitando y que fue usado como símbolo en la reproducción completa del álbum via internet por todo el mundo a traves de las diferencias horarias como si tal navío fuera navegando por todos los mares de la tierra trayendo la nueva música. Y luego, no sabría decir si error o acierto, escuchar la filtración del álbum, que no difería mucho de la calidad. Pero quería creer que quizás no escuchaba todo el sonido en su totalidad.
Y lo compré. Pues siendo seguidor y con el primer contacto aún con cierta reticencia, la composición no era nada mala, Desde el primer disco, los arreglos instrumentales habían sido de primeras las directrices de Kjartan Sveinsson, y cada vez más con una armonía prodigiosa.
Finalmente casi 6 meses después de la salida de Kveikur empiezo a entender que no era tan necesario el querer un anti-valtari.
Resulta que tiene mucho de experimentación ante un ordenador, cogiendo extractos, sonidos e ideas desechadas de caras B, anteriores álbumes, y todo tipo de ingenería por Somers y los demás integrantes.
Según el artículo, bastante interesante y de obligada lectura de la web en español más recomendada sobre la banda, Ocnos, además de cada uno de esos detalles que podréis leer accediendo al enlace aquí, explica que tardaron más de la cuenta por varios motivos personales , y en resumidas cuentas en la web oficial en su sección al álbum estuvo no poco tiempo, en inglés, esta declaración por parte de Georg Hólm, el bajista:
«La verdad es que no logro recordar porqué empezamos este disco, ya no sé lo que intentábamos hacer entonces. Lo que sí sé es que sesión tras sesión todo iba saliendo mal, perdimos el rumbo y estuvimos a punto de rendirnos… De hecho nos rendimos durante un tiempo. Pero entonces algo sucedió y empezó a tomar forma; ahora puedo decir honestamente que es el único disco de Sigur Rós que he escuchado en mi casa por placer después de terminarlo».
Me dejo en el tintero cosas como «Valtari Film Experiment» (anteriormente «Valtary Mystery Film Experiment en cuanto a la progesiva salida de videos sin mas pistas que una captura), que algún día podría contar cada uno de los videos que contiene el Blu-Ray/DVD aunque en mi anterior artículo sobre el cuidado diseño de sus discos en su segunda parte resumí algunos aspectos interesantes de los primeros videos musicales del disco, además de lógicamente las principales personas encargadas del aspecto visual.
Si ponéis Valtari en el buscador del blog os encontraréis con no pocas entradas que le dediqué en el 2012 a todas las maniobras interesantes del márketing trabajado del álbum. Y algunos adelantos que no me autocensuraré, si dije que el sonido de «dentro de catedral» no me convencía.
Necesitaba saber si tendrían un disco con tanta «agresividad» como es Kveikur«, pero ahora sé que Valtari lo apreciaré más según pase el tiempo. Debido a su original planteamiento, por ello su dificultad para trasladarlo en concierto y en directo sin ser la mayoría del sonido «pre-grabado», y con todo lo que conlleva del último trabajo mútuo del trío actual con Sveinsson antes de su marcha (aunque se diga que Kveikur al comienzo de su creación Kjartan estuvo presente, cada vez más pienso que seguro que sí pero no siendo ni la mitad de su definitiva ambientación).
Ahora, más que nunca, guardaré con especial estima la versión de vinilo que con suerte gané por sorteo de EMI España. Y no creo que tarde mucho en escribir una entrada dedicada a Kveikur. No lo sabemos, puede que 2014 anuncien una nueva gira, en primavera escucharemos o hasta ver al trío actual en un capítulo de «Juego de Tronos» en un curioso cameo, después de aparecer en Los Simpson. No me importaría que dedicaran un par de años mínimo para el disco que, finalmente no tiene relación alguna con Sveinsson, y en cambio consigan un sonido nuevo, como siempre hacen. Eso sí, dentro de mí y de muchos, algún reencuentro con el ex-teclista sería fabuloso. Mañana mismo estará tocando su obra en solitario en Londres. Un día después, el 16, Sigur Rós tocarán en Dublín y en más ciudades de Gran Bretaña, en adelante los últimos coletazos de su gira y antes en más localidades europeas.
2014… ¿qué nos deparará? Esperaría que ese resurgir de actividad en la cuenta de twitter de trabajos relacionados por Jónsi fuera para ser de nuevo usada en cuanto a novedades de algún nuevo trabajo en solitario. Alguna excusa valdría, y no tan absurda, como el estreno de «Como entrenar a tu dragon 2» del realizador y amigo de la banda como es Dean DeBlois.
Pero lo más curioso es que este próximo año se cumple 20 años de su ascendente carrera, pese a que fue por el 1997 que finalmente sacaron su primer álbum, Von. Puede que sea ese año que hagan alguna celebración. Mientras tanto, uno se tiene que agarrar a la realidad, pues empezaron de muy niños (no llegando a los 18 años y en poco tiempo de la veintena enseguida vieron la necesidad de tener algun mánager ante tal despegue, siendo 4 chicos sencillos que sólo querían dedicarse a lo que más les llenaba. la música, componer canciones sin más que juntarse en el estudio y empezar a tocar), y apenas han llegado casi a los 40 años. No sabremos si pudiese haber tanto como más salidas en el grupo (no sería lo que más querríamos, en el fondo) como entradas a nuevos integrantes y ya se verá el nuevo sonido que nos traerán.
Mientras tanto, como ya dije con el primer vistazo a Kveikur, ahora en la actualidad tenemos 7 discos, 7 prismas distintos de un mismo grupo. Los que disfrutamos de la banda dejamos de lado esos cambios, que como ya he indicado a mi mismo me puede sorprender aún hoy en día, y finalmente vamos a lo que nos importa, y es que sigan en su permamente renacimiento.
Espero, con todas mis ganas e ilusión, estar presente en un nuevo capítulo de la banda. Queda mucho futuro para escribir, seguro.